El 26 de septiembre, el Kremlin enfatizó que las revisiones del presidente Vladimir Putin a la doctrina de armas nucleares de Rusia deberían servir como una advertencia a las naciones occidentales, dejando claro que la participación en ataques contra Rusia tendría graves repercusiones.
Un día antes, Putin anunció que Rusia podría responder a los ataques con misiles convencionales con armas nucleares e indicó que Moscú trataría cualquier ataque respaldado por un país con armas nucleares como un asalto coordinado.
La decisión de Rusia de modificar su doctrina nuclear es una respuesta directa a las discusiones en Estados Unidos y el Reino Unido sobre si se debe permitir a Ucrania lanzar misiles occidentales convencionales hacia territorio ruso.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov confirmado que se habían actualizado un documento titulado «Los fundamentos de la política estatal en el ámbito de la disuasión nuclear». Cuando se le preguntó si estos cambios pretendían ser un mensaje para Occidente, Peskov dijo: «Esto debería considerarse una señal definitiva».
Peskov enfatizó que la doctrina nuclear actualizada de Rusia sirve como «una señal que advierte a estos países sobre las consecuencias si participan en un ataque a nuestro país por diversos medios, y no necesariamente nucleares». Añadió que el mundo está asistiendo a una «confrontación sin precedentes» provocada por la «implicación directa de los países occidentales, incluidas las potencias nucleares», en la guerra de Ucrania.
«La retórica nuclear de Rusia es peligrosa e imprudente», dijo el secretario general saliente de la OTAN, Jens Stoltenberg, en el Consejo de Relaciones Exteriores, según Reuters. «Estamos observando de cerca lo que está haciendo Rusia».