También exigieron la paz para Europa del Este y el fin de la actual crisis entre Rusia y Ucrania, que Washington y sus aliados de la OTAN han instigado.
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Los norteamericanos se han pronunciado sobre el criminal bloqueo impuesto a Cuba desde hace seis décadas por el gobierno estadounidense en medio de la actual crisis en el continente europeo y las campañas que argumentan a favor de la hegemonía estadounidense.
A las protestas asistieron la política estadounidense Rosa De Lauro, representante demócrata liberal por el estado de Connecticut, y Benjamin Florsheim, alcalde de la ciudad de Middletown. Además, John Jairo Lugo, co-fundador y Director de Organización Comunitaria del movimiento Latin Unity in Action (ULA) en New Haven, participó en las protestas. Calificó la política estadounidense contra la isla como actos de terrorismo y genocidio.
En las protestas participaron grupos de solidaridad con Cuba, entre los presentes se encontraban New Haven Peace Council (NEMO), No Embargo Cuba Movement, Greater Hartford Cuba Solidarity Committee, Connecticut Peace and Solidarity Coalition y Unidad Latina en Acción, así como los grupos Vecinos Unidos , Coalición de Solidaridad con América Latina del Oeste de Massachusetts, Partido Verde de Connecticut, Veteranos por la Paz de Connecticut y Coalición ANSWER.
En la misma década, EE. UU. creó una forma más mortífera de atacar a civiles. Terrorismo económico. El bloqueo a Cuba fue diseñado específicamente para dañar a la población civil. Este es un memorando oficial real utilizado para presentar la propuesta de bloqueo con el objetivo explícito de causar «hambre» pic.twitter.com/engNv9skya
— Miraín (@MiraiMirain)
7 de marzo de 2022
Estos grupos denunciaron el bloqueo impuesto por EE.UU. contra Cuba durante más de medio siglo, subrayando que provoca penurias a toda la población cubana al padecer hambre y enfermedades. Expresaron que constituye la guerra económica más prolongada en la historia de la humanidad.
Tal crimen ha sido rechazado como injusto y cruel por el pueblo cubano, su gobierno, y también por los muchos amigos que tiene la isla caribeña en todo el mundo. Sin embargo, las administraciones estadounidenses simplemente han ignorado tales afirmaciones durante décadas.
Argumentaron que el fin de esta política está dentro de Estados Unidos, radicando en el Congreso y la rama ejecutiva del gobierno, con sede en la Casa Blanca. Al respecto, dijeron que estas protestas tienen como objetivo denunciar esta política estadounidense y concienciar a los ciudadanos estadounidenses y al pueblo en el mundo de su brutalidad.