El gobierno de Guinea Ecuatorial ha impuesto restricciones a sus ciudadanos respecto a la descarga y el intercambio de archivos multimedia a través de datos móviles en WhatsApp.
Esta acción sigue las nuevas directrices emitidas a los operadores de telecomunicaciones, instándoles a implementar medidas para limitar el acceso a contenidos inapropiados.
La controversia surge de un escándalo sexual que involucra a Baltasar Engonga, director general de la Agencia Nacional de Investigación Financiera (ANIF) del país. El escándalo surgió durante una investigación de fraude contra Engonga, lo que llevó a un registro no anunciado de su casa y oficina por parte de funcionarios de ANIF, que descubrieron numerosos CD que documentaban sus encuentros sexuales con varias mujeres casadas.
Los informes indican que los más de 400 vídeos incluyen imágenes que involucran a personas de alto perfil, como la esposa de su hermano, su prima, la hermana del Presidente de Guinea Ecuatorial, la esposa del Director General de la Policía y las esposas de unos 20 ministros. Los videos, que fueron grabados con consentimiento, se filtraron en línea, provocando un frenesí en los medios.
En una actualización reciente, el medio de noticias local Ahora EG informó que los ciudadanos están expresando frustración por su incapacidad para compartir fotos, videos y audio mientras usan datos móviles, lo que los obliga a depender únicamente de las redes WiFi para dichas comunicaciones.
Una fuente citada por la plataforma expresó su preocupación y afirmó: “¿Debería un país entero pagar por las acciones de unos pocos? La decisión de restringir el acceso a funciones esenciales de comunicación parece desproporcionada y punitiva, y afecta a miles de personas que utilizan estas plataformas tanto con fines de entretenimiento como laborales o educativos”.
A medida que la digitalización se vuelve cada vez más crucial, la fuente cuestionó si es justo restringir las capacidades de comunicación debido a las acciones de unos pocos individuos. Actualmente, los usuarios dependen exclusivamente del WiFi, lo que limita su comunicación e interrumpe sus actividades diarias.
La situación ha provocado un acalorado debate entre la población, y muchos creen que la medida se inclina más hacia el control que hacia la facilitación de la comunicación. Otra persona expresó su preocupación y preguntó: “¿Es realmente justo que todos sufran las consecuencias de las acciones de unos pocos?” Las autoridades aún no han dado explicaciones sobre el motivo o la duración de las restricciones, lo que aumenta aún más el malestar de los ciudadanos.
Anteriormente, el vicepresidente Teddy Nguema anunció planes para instalar cámaras de vigilancia en todas las oficinas de los organismos estatales como parte de un esfuerzo más amplio para garantizar el cumplimiento estricto de las leyes de servicio público y combatir la mala conducta entre los funcionarios.
Según él, la iniciativa CCTV, presentada en una publicación X el martes, subraya el compromiso de la administración con la transparencia y la rendición de cuentas.
«Hemos tomado esta medida para garantizar el cumplimiento de la ley sobre funcionarios públicos y erradicar comportamientos indebidos e ilícitos», se lee.
La política de vigilancia está diseñada para disuadir acciones que podrían socavar la confianza pública y los estándares éticos entre los servidores públicos.
Las autoridades han advertido que cualquier violación captada por la cámara tendrá consecuencias graves y afirmaron: «No toleraremos ningún comportamiento que manche la integridad de nuestra administración».
Si bien el gobierno considera que esta iniciativa es crucial para promover la rendición de cuentas, ha provocado reacciones encontradas entre los empleados del sector público y los defensores de los derechos humanos. Algunos funcionarios la apoyan como una reforma positiva, mientras que otros expresan su preocupación por posibles problemas de privacidad.
Los detalles sobre el cronograma para la implementación total y el alcance de la supervisión aún no están claros, pero el gobierno asegura que la iniciativa cumple con los marcos legales existentes destinados a mejorar la gobernanza y proteger los recursos públicos.
El Vicepresidente destacó que instalar vigilancia en las oficinas estatales representa una postura firme contra la corrupción y la mala conducta, lo que marca un paso importante hacia el fomento de la transparencia y la confianza dentro del servicio público.