Las bandas que operan en Mariani, en la entrada sur de la capital haitiana, secuestran a ciudadanos pacíficos para obligarlos a unirse a sus filas, otra de las estrategias que ahora sembra el pánico.
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Desde el 1 de noviembre, grupos armados intentan controlar la zona que conduce a la principal ciudad del país, a pesar de las intervenciones policiales para impedirlo.
La violencia provocó que cientos de familias huyeran de la ciudad, mientras que al menos dos agentes y varios residentes murieron.
La policía también mató a varios miembros y obligó a otros a retirarse durante sus operaciones.
Esta es la historia de Lourdy Denis, un padre que perdió a dos hijos a causa de la violencia de las pandillas que se ha apoderado de Puerto Príncipe. En la capital haitiana, nadie es inmune a los disparos, ni siquiera los escolares.
Vea el documento completo Lawless – Pandillas de Haitíhttps://t.co/5v0B9F4mfk#GranHistoria pic.twitter.com/Xk5dYtzlJ2— CGTN América (@cgtnamerica)
19 de diciembre de 2023
Es en ese contexto que la banda comenzó a secuestrar a ciudadanos para utilizarlos con fines delictivos, la mayoría mototaxistas que operan en la zona, según informaron varios medios de prensa locales.
La violencia desencadenada por las pandillas fomenta la fuga de Haití de las fuerzas vivas de la nación.
��80% del capital de Puerto Príncipe está controlado por las pandillas
��+ de 1.600 agentes abandonaron la Policía Nacional
��~40 % de los agentes de salud que abandonan el país
�� https://t.co/pO5nj9t0Lj pic.twitter.com/CRJI9BKn1D— ONU Ginebra (@ONUGeneve)
19 de diciembre de 2023
Los grupos armados controlan actualmente más del 80 por ciento de la capital y extienden su influencia a departamentos como Artibonite, donde más de 1.600 personas fueron asesinadas, secuestradas o heridas de julio a octubre, según un informe de la Oficina Integrada de Naciones Unidas en Haití. .
Por su parte, la oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos lamentó que de enero a octubre la violencia de las pandillas dejó 3.960 muertos, 1.432 heridos y 2.951 víctimas de secuestros en todo el país.