El primer ministro húngaro, Viktor Orban, bloqueó el viernes 50.000 millones de euros en ayuda de la UE para Ucrania, después de que los líderes eludieran su oposición a aceptar iniciar conversaciones con Kiev sobre su adhesión al bloque.
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Una cumbre crucial en Bruselas terminó después de un día de disputas cuando el líder autoritario húngaro se negó a dar luz verde a la financiación para ayudar a apuntalar al gobierno de Ucrania durante los próximos cuatro años.
«Resumen del turno de noche: veto al dinero extra para Ucrania», escribió Orban en las redes sociales.
Los otros 26 líderes de la UE acordaron volver al debate en una nueva reunión a principios del próximo año para tratar de llegar a un acuerdo sobre el apoyo que Kiev necesita desesperadamente.
«Estamos de acuerdo con 26 países. No hay ningún acuerdo por parte de Hungría por el momento, pero tengo mucha confianza para el próximo año», dijo el primer ministro holandés, Mark Rutte.
El bloqueo del nacionalista húngaro –el mejor amigo de Rusia en la UE– asestó un golpe a Kiev y sus partidarios sólo unas horas después de que habían celebrado que el bloque hubiera dado el paso simbólico de aceptar iniciar conversaciones de membresía.
Kiev está tratando urgentemente de cambiar la narrativa de que el respaldo de sus aliados occidentales está menguando a medida que aumentan las dudas sobre el apoyo de Estados Unidos.
Orban también se había opuesto a iniciar conversaciones, pero acordó salir de la sala de negociaciones para permitir que los demás líderes de la UE tomaran una decisión de consenso sin él.
En un vídeo publicado en las redes sociales, el veterano líder denunció «una decisión completamente insensata, irracional y equivocada», pero se quejó de que «otros 26 países han insistido en que se tome esta decisión».
Los demás líderes de la UE elogiaron la medida –que también incluía aceptar iniciar conversaciones de adhesión con Moldavia– como un momento crucial.
«¡Un día histórico! Contra todo pronóstico, tomamos una decisión», escribió la primera ministra estonia, Kaja Kallas.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, que no asistió a la cumbre, calificó la decisión como «una victoria que motiva, inspira y fortalece».
Y la presidenta de Moldavia, Maia Sandu, dijo que su país había pasado «hoy de una nueva página con el visto bueno de la UE para las conversaciones de adhesión. Moldavia está lista para afrontar el desafío».
La Casa Blanca, que enfrenta la oposición de los republicanos estadounidenses a apoyar a Ucrania, elogió una «decisión histórica».
El acuerdo para iniciar negociaciones de membresía con Kiev no significa que Ucrania se unirá a la UE en el corto plazo.
Antes de que se puedan iniciar las conversaciones, los estados de la UE deben acordar un marco de negociación, dándole a Orban amplia oportunidad de detener nuevamente el proceso.
Dinero en efectivo para Orban
La mayoría de los líderes de la UE querían que la cumbre de esta semana enviara una señal de solidaridad con Ucrania 22 meses después de que Rusia lanzara una invasión total.
Pero cualquier decisión debe ser unánime –o al menos sin oposición– y Orban inicialmente insistió en que una decisión sobre la financiación podría esperar hasta después de las elecciones europeas de junio.
Los críticos han acusado al líder húngaro de mantener como rehén la supervivencia de Kiev en un intento de obligar a Bruselas a liberar miles de millones de euros de fondos de la UE congelados por una disputa sobre el Estado de derecho.
En lo que algunos vieron como una concesión de último minuto, la Comisión Europea, el ejecutivo de la UE, acordó el miércoles desbloquear 10.000 millones de euros de ese efectivo.
Otros 21.000 millones de euros todavía están fuera del alcance de Orban, pero negó que Hungría estuviera vinculando el dinero con su postura respecto de Ucrania. «Ese no es nuestro estilo», dijo.
Ninguna ‘victoria’ para Putin
Zelensky, en una apasionada súplica a través de un enlace de video, dijo anteriormente a los líderes que «ahora no es el momento para medias tintas o vacilaciones».
Dijo que Putin utilizaría el hecho de no iniciar conversaciones de membresía con Ucrania «contra usted personalmente y contra toda Europa».
«No le den esta primera – y única – victoria del año», instó.
Más allá de Orban, otros líderes de la UE subrayaron la necesidad de unidad y de enviar una fuerte señal de apoyo a Ucrania, que ya ha visto amenazado el apoyo de Washington por maniobras en el Congreso estadounidense.
Los líderes dijeron que el bloque había acordado una duodécima ronda de sanciones contra Moscú, dirigidas a las lucrativas exportaciones de diamantes de Rusia y con el objetivo de endurecer el límite de los precios del petróleo.
Pero la situación en el campo de batalla en Ucrania no parece prometedora para Kiev después del fracaso de una contraofensiva de verano. Putin se jactó el jueves de tener 617.000 soldados en Ucrania y de que sus posiciones están mejorando.
Al otro lado de Bruselas, en la sede de la OTAN, el secretario general de la alianza, Jens Stoltenberg, advirtió que Occidente debe seguir apoyando a Ucrania para proteger al resto de Europa.
«Si Putin gana en Ucrania, existe un riesgo real de que su agresión no termine allí. Nuestro apoyo no es caridad, es una inversión en nuestra seguridad», afirmó.
(AFP)