JUBA, SUDÁN DEL SUR — El líder de Sudán del Sur, Salva Kiir, prometió el martes que las elecciones retrasadas programadas para el próximo año se llevarían a cabo según lo planeado y que se postularía para presidente.
Kiir, un imponente comandante guerrillero, ha sido el único presidente de la nación desde que la condujo a la independencia de Sudán en 2011.
La nación más joven del mundo ha pasado de una crisis a otra durante el mandato de Kiir y se mantiene unida gracias a un frágil gobierno de unidad de Kiir y el vicepresidente Riek Machar.
Se suponía que un período de transición concluiría con elecciones en febrero de 2023, pero hasta ahora el gobierno no ha cumplido con las disposiciones clave del acuerdo, incluida la redacción de una constitución.
“Acojo con beneplácito el respaldo para postularme a la presidencia en 2024”, dijo Kiir a los partidarios de su partido gobernante, el Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán, y lo describió como un “evento histórico”.
«Estamos comprometidos a implementar los capítulos del acuerdo de paz revitalizado como se establece, y la elección tendrá lugar en 2024».
Ningún otro candidato ha declarado su candidatura, pero se espera que el enemigo histórico Machar se presente.
En agosto, los dos líderes extendieron su gobierno de transición dos años más allá de la fecha límite acordada, citando la necesidad de abordar los desafíos que impedían la implementación del acuerdo de paz.
Kiir dijo el martes que esos desafíos se abordarán «antes de las elecciones» fijadas para diciembre del próximo año.
Uno de los países más pobres del planeta a pesar de las grandes reservas de petróleo, Sudán del Sur ha pasado casi la mitad de su vida como nación en guerra.
Casi 400.000 personas murieron en una guerra civil de cinco años antes de que Kiir y Machar firmaran un acuerdo de paz en 2018 y formaran el gobierno de unidad.
Desde entonces, el país ha luchado contra las inundaciones, el hambre, la violencia y las disputas políticas mientras las promesas del acuerdo de paz no se han materializado.
Naciones Unidas ha criticado repetidamente a los líderes de Sudán del Sur por su papel en avivar la violencia, reprimir las libertades políticas y saquear las arcas públicas.
El enviado de la ONU a Sudán del Sur, Nicholas Haysom, advirtió en marzo que el país enfrentaba un año decisivo en 2023 y que sus líderes deben implementar el acuerdo de paz para celebrar elecciones «inclusivas y creíbles» el próximo año.
Haysom enfatizó que Juba había «declarado claramente que no habría más extensiones de los plazos» para las elecciones a fines de 2024.