Ciudadanos y operadores turísticos de Machu Picchu iniciaron este jueves un paro indefinido en protesta contra la venta digital de boletos a la ciudadela Inca, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
RELACIONADO:
La policía peruana utilizó gases lacrimógenos para dispersar a un grupo de manifestantes que habían bloqueado el ferrocarril que conecta Machu Picchu con la ciudad de Ollantaytambo.
Los ciudadanos protestaban contra un proceso de licitación que otorga sustanciales ganancias a una empresa privada por la mera venta de boletos por medios electrónicos. Al paro se sumó el alcalde de Machu Picchu, Elvis La Torre Uñaccori.
La policía disparó a quemarropa contra los manifestantes, causándoles heridas, incluidas contusiones craneales. Los ciudadanos solicitaron la presencia del Defensor del Pueblo, pero su petición quedó sin respuesta.
#Perú Esta noche la policía se arremetió contra los manifestantes que protestaban en las líneas del tren a Machu Picchu, hay varios heridos incluso una persona a la que le cayó una granada lacrimógena en la cabeza. #cusco #Únete pic.twitter.com/fwFBpi9Dx2
— JAIME HERRERA (@JaimeHerreraCaj)
26 de enero de 2024
El texto dice: «Esta noche la policía atacó a manifestantes que protestaban en las líneas del tren a Machu Picchu. Hay varios heridos, entre ellos una persona herida por una granada lacrimógena en la cabeza».
La legisladora Silvana Robles exigió el cese inmediato de la represión policial contra la población, afirmando que tienen «todo el derecho» a exigir la nulidad del «contrato irregular» entre el Ministerio de Cultura y la empresa Joinnus.
Pese a las adversas condiciones climáticas, los manifestantes llegaron con pancartas contra la ministra de Cultura, Leslie Urteaga, quien negó que la adjudicación de la licitación a Joinnus estuviera viciada de corrupción.
Además de exigir la destitución de Urteaga, los habitantes de Machu Picchu insisten en dejar sin efecto el contrato que permite a Joinnus lucrar con la venta de entradas.
Gracias a los términos del contrato actual, Joinnus cobrará un 3,9 por ciento por cada entrada vendida, lo que dará como resultado un beneficio anual medio de 3 millones de dólares. Mientras tanto, Machu Picchu sólo recibe una asignación anual de mantenimiento inferior a 800.000 dólares, advirtieron los habitantes.
#Del Sur Bits de noticias | Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú anunciaron la creación de la primera red andina de seguridad contra el crimen organizado, en respuesta a la grave crisis de seguridad que se ha desatado en territorio ecuatoriano debido a la violencia del narcotráfico. pic.twitter.com/deAYQv0PQo
— teleSUR Inglés (@telesurenglish)
22 de enero de 2024