Al menos cuatro oficiales rusos murieron en el ataque de Ucrania a la ciudad de Lgov en el Óblast de Kursk en Rusia el 30 de diciembre, informó el 17 de enero el medio de comunicación independiente ruso Mediazona, citando obituarios publicados recientemente.
Alexander Khinshtein, gobernador interino de la provincia de Kursk, afirmó el 30 de diciembre que el ataque había herido a una mujer de 86 años y dañado un edificio de dos pisos. El funcionario ruso no mencionó pérdidas entre los militares.
Aún así, según Mediazonaal menos cuatro oficiales de la 76.ª División de Asalto Aéreo con rango de teniente coronel murieron a causa de misiles de fabricación británica.
Uno de los muertos fue el teniente coronel Valeriy Tereshchenko, informó Mediazona, citando un obituario de la página de la Liga de Oficiales de Hockey en las redes sociales. Ocho personas del personal superior de la división murieron y otras 22 resultaron heridas en el ataque, según el obituario.
Mediazona encontró dos obituarios más sobre los tenientes coroneles Pavel Maletsky y Alexei Seliverstov en las páginas de redes sociales de sus familiares.
Otro oficial asesinado es el mayor Ali Tsurov de Ingushetia, quien también sirvió en la 76.a División de Asalto Aéreo, informó Mediazona, citando al medio de comunicación ruso Fortanka.
El Kyiv Independent no pudo verificar estas afirmaciones.
Las tropas ucranianas llevaron a cabo otro ataque contra Lgov el 26 de diciembre, alcanzando un puesto de mando ruso. En el ataque supuestamente murieron 18 soldados rusos.
A pesar de las grandes pérdidas dentro de las filas rusas y norcoreanas, las fuerzas ucranianas en el Óblast de Kursk parecen estar cada vez más a la defensiva, enfrentando una ventaja rusa en mano de obra y equipo.
La presencia de Ucrania en Kursk se considera una posible moneda de cambio antes del esperado impulso del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, para iniciar negociaciones de paz.