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Informe de expertos de la ONU sobre las elecciones venezolanas tiene puntos ciegos: Misión Verdad – teleSUR

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Informe de expertos de la ONU sobre las elecciones venezolanas tiene puntos ciegos: Misión Verdad - teleSUR

El documento refleja una maniobra política para devolverle el impulso perdido a la agenda golpista de María Corina Machado.

El miércoles, Misión Verdad, un grupo de investigación independiente dedicado a estudiar la guerra imperialista contra Venezuela, publicó un análisis del informe preliminar del Panel de Expertos Electorales de las Naciones Unidas sobre las elecciones presidenciales venezolanas.

Los investigadores geopolíticos identificaron una serie de puntos ciegos en un documento cuya veracidad ya ha sido cuestionada por las autoridades bolivarianas. A continuación el análisis realizado por Misión Verdad.

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El Panel de Expertos Electorales de la ONU, que acompañó las elecciones presidenciales venezolanas celebradas el 28 de julio, publicó un documento que se ha convertido en parte del arsenal de acusaciones contra las instituciones venezolanas.

Es evidente que la maniobra responde a un cálculo político que busca devolver el impulso perdido a la agenda golpista liderada por María Corina Machado y Edmundo González. El informe preliminar indica que el manejo de los resultados electorales en Venezuela “no cumplió con los estándares de transparencia necesarios para ser creíbles”.

Este documento es producto del trabajo de una comisión de cuatro expertos, quienes presentaron sus observaciones iniciales del proceso durante su estadía en Venezuela desde finales de junio hasta que abandonaron el país el 2 de agosto de 2024. Este material ha sido instrumentalizado políticamente para cuestionar la reelección del presidente Nicolás Maduro y está siendo utilizado por diversos voceros y gobiernos para aumentar la presión diplomática sobre Venezuela.

El análisis detallado del documento, su difusión y la propia conducta de los expertos en Venezuela indican una operación orquestada y un uso deliberado de este Panel para sostener el impulso de la agenda de cambio de régimen en Venezuela, que ha perdido su capacidad de influir en la sociedad venezolana.

Difusión de documentos

Como señala la propia ONU en su sitio oficial, existe una diferencia significativa entre un grupo de expertos electorales y una misión de observación. Estos últimos son comisionados por el Consejo de Seguridad de la ONU o la Asamblea General, mientras que los primeros son “mecanismos de asistencia electoral” proporcionados por la ONU a pedido de los Estados miembros.

En el caso de las elecciones presidenciales de Venezuela, la asistencia del Panel se debió a una solicitud del Consejo Nacional Electoral (CNE) a través de una opción en la que, según la ONU, se generaría un informe que sería “confidencial”, dirigido al Secretario de la ONU y a las autoridades electorales venezolanas, e incluiría “recomendaciones de mejoras que podrían realizarse en futuros procesos electorales en Venezuela”.

Al anunciar su presencia en el país, la ONU indicó que “sin un mandato legislativo, la ONU no puede observar ni evaluar públicamente los procesos electorales de un Estado miembro y, por lo tanto, el Grupo de Expertos no emitirá ninguna declaración pública”. Así lo informó Farhan Haq, portavoz del secretario de la ONU, Antonio Guterres.

Aunque la declaración fue clara, ahora es evidente que la propia ONU ha excedido las atribuciones de este mecanismo. Al carecer de un mandato legislativo, el Panel ha violado los principios que lo rigen y, además, está contribuyendo a la violación sistemática de la soberanía de las instituciones nacionales al convertirse en parte activa de una controversia postelectoral, alineándose con el relato de la oposición de extrema derecha.

Inconsistencias

El informe preliminar del grupo de expertos de la ONU contradice las conclusiones del Centro Carter, que según la fundación con sede en Estados Unidos no tiene pruebas de un ciberataque a las elecciones venezolanas y, según el grupo, la transmisión de datos de las máquinas al centro de recuento fue interrumpida.

El documento señala que si bien la transmisión electrónica de resultados funcionó bien inicialmente, “se detuvo abruptamente en las horas siguientes al cierre de las urnas sin dar ninguna explicación a los candidatos”.

Esta afirmación es tendenciosa, pues ninguna norma estipula que el CNE deba informar directamente a los candidatos sobre cualquier problema técnico que se presente. Por otra parte, se señala que el presidente del CNE, Elvis Amoroso, advirtió que la transmisión había sido afectada por un ciberataque que retrasó el proceso de conteo.

Curiosamente, el informe del Panel, que reconoce los problemas de transmisión de datos al referirse al hackeo mencionado por la CNE, no resalta la interrupción de los horarios y la consolidación general del sistema de información por centros y mesas electorales.

De esta manera, se minimiza y omiten las razones del proceso de interrupción de datos, que llevó a no cumplir con el cronograma electoral en los plazos previstos.

También pasa por alto elementos claves de la Ley Orgánica de Procesos Electorales (LOPRE), que establece que el órgano rector tiene 30 días para anunciar los resultados detallados a través del mecanismo de la Gaceta Electoral, plazo que aún no ha vencido.

Omisiones en relación con la pericia de la Corte Suprema

El Panel indicó que “tiene conocimiento del recurso contencioso electoral interpuesto por el presidente Nicolás Maduro, que busca revisar el proceso y verificar los resultados. Hasta el momento, no hay información detallada sobre cómo se realizará la evaluación”.

De esta manera, se refiere de manera muy superficial al recurso contencioso electoral solicitado por el presidente reelecto ante la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).

En las actuales circunstancias, la publicación de un informe con información incompleta pretende agudizar la polémica poselectoral en beneficio de María Corina Machado y Edmundo González.

El documento no ha sido actualizado, sólo hace referencia a los acontecimientos hasta el 2 de agosto y, en consecuencia, no menciona elementos clave posteriores a esa fecha.

El Panel abandonó el país sin ampliar su presencia, desconociendo así los mecanismos institucionales que se han activado desde entonces y los hechos significativos ocurridos, tales como:

– El propio presidente Maduro solicitó que las elecciones presidenciales sean sometidas a análisis pericial.

– Edmundo González—autoproclamado como ganador—no ha seguido los pasos legales para impugnar la elección.

– Tampoco ha presentado pruebas –certificados de su supuesta victoria– y, de hecho, está en desacato ante la Corte Suprema por no comparecer ante esta institución.

Además de ignorar los hechos relacionados con la disputa electoral, el informe no hace referencia a las competencias de la Sala Electoral, que son relevantes para esclarecer la controversia, ignorando así el papel de las instituciones venezolanas. Esto es particularmente importante porque es obligatorio para los funcionarios de la ONU adherirse a los principios de la organización.

El hecho de que el documento se haya publicado en este momento crítico de la situación postelectoral, con omisiones relevantes, violando además los principios del diálogo, la resolución pacífica de conflictos y la preservación de la integridad de las instituciones de los Estados miembros, demuestra la intención de las potencias occidentales de promover el conflicto y agravar la crisis.

El brazo largo de los Estados Unidos

El gobierno venezolano ha expresado su absoluto rechazo a la publicación, alegando la violación de acuerdos entre la ONU y el CNE, y la transgresión de los principios mismos del mecanismo del Panel de Expertos.

El canciller venezolano, Yvan Gil, afirmó que el informe de la ONU difunde “una serie de mentiras y viola tanto en su contenido como en su forma los principios que rigen el funcionamiento de los grupos de expertos”. Asimismo, consideró que esta acción “representa un acto absolutamente temerario que socava la confianza en los mecanismos diseñados para la cooperación y la asistencia técnica”.

Gil enfatizó que los expertos de la ONU tuvieron acceso a todas las fases del evento electoral y presenciaron de primera mano el funcionamiento del sistema venezolano, por lo que “la opinión expresada en su irresponsable informe no es más que propaganda al servicio de los intereses golpistas de la ultraderecha venezolana”.

Denunció también que durante su estancia en Venezuela, los miembros del Panel de Expertos de la ONU tuvieron contacto frecuente con funcionarios del Departamento de Estado de Estados Unidos. Ante esta situación, el Canciller venezolano afirmó que las declaraciones de los expertos de la ONU son resultado de instrucciones del Departamento de Estado de Estados Unidos.

Estos elementos son de alta relevancia pues el gobierno venezolano, en el marco de sus funciones como garante de la seguridad integral de la nación, está haciendo referencia a la posible injerencia de funcionarios estadounidenses en las elecciones venezolanas, utilizando al Panel de Expertos como un caballo de Troya.

Esto refuerza el argumento de que la difusión del informe y su contenido forman parte de una operación política para deslegitimar las elecciones del 28 de julio. Sin embargo, debe entenderse como un recurso urgente para volver a poner en primer plano la agenda golpista, en vísperas de una manifestación convocada por María Corina Machado para el sábado 17 de agosto, que requiere de nuevos elementos de movilización.

teleSUR/ JF Fuente: Misión Verdad



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