Puede que te cueste mantener viva una planta en una maceta en tu sala de estar, pero los próximos humanos que pongan un pie en la luna tendrán un desafío de jardinería mucho mayor.
La NASA cultivará plantas como lenteja de agua, berro y brassica en un mini invernadero lunar cuando la misión Artemis III devuelva a los humanos a la luna.
Lunar Effects on Agriculture Flora, o LEAF, es uno de los tres experimentos que han sido elegidos para ir a la luna en 2026.
Esta será la primera vez que la agencia espacial estadounidense intente cultivar plantas en la Luna y podría ser la clave para alimentar futuras misiones espaciales.
La administradora adjunta de la NASA, Pam Melroy, dice: «Estos tres instrumentos desplegados fueron elegidos para comenzar investigaciones científicas que abordarán objetivos científicos clave desde la Luna hasta Marte».
La NASA ha anunciado planes para cultivar plantas en la luna como parte de la misión Artemis III que devolverá a los humanos a la superficie lunar, como se ilustra en este concepto artístico de la NASA.
El experimento LEAF ha sido diseñado por Space Lab Technologies, con sede en Colorado, para probar cómo diferentes plantas resisten las condiciones espaciales.
Los astronautas desplegarán una serie de «cámaras de crecimiento», cada una de las cuales contendrá una muestra de berro, lenteja de agua o Brassica rapa roja y verde, también conocida como colza o planta rápida de Wisconsin.
Estas cápsulas protegerán a las plantas del exceso de radiación, la luz solar y el vacío del espacio, al tiempo que permitirán a los astronautas controlar su crecimiento.
Se espera que las tres plantas seleccionadas puedan desempeñar un papel importante en el establecimiento de colonias humanas más allá de los límites de la Tierra.
La vicepresidenta de Space Lab Technologies, Christine Escobar, afirma: «Esta investigación será un paso fundamental hacia la comprensión de cómo podríamos utilizar la agricultura en el espacio para sustentar a la tripulación humana, allanando el camino para una exploración lunar sostenida e incluso misiones a Marte».
Se ha elegido Thale berro porque se ha cartografiado por completo todo su código genético.
Esto significa que los científicos podrán determinar si la exposición a la radiación ha causado alguna mutación en el ADN, una gran preocupación más allá de la protección del campo magnético de la Tierra.
La NASA seleccionó el berro thale para experimentos espaciales ya que ha sido mapeado genéticamente en su totalidad, lo que significa que los científicos pueden ver fácilmente si ha sido mutado por la radiación espacial.
La lenteja de agua, por su parte, no tiene raíces ni tallos.
Y combinado con su forma esférica, se espera que la planta con flores más pequeña del mundo resulte particularmente resistente a las condiciones espaciales.
Extremadamente resistente y de rápido crecimiento, la lenteja de agua a menudo se extiende hasta cubrir estanques y lagos enteros en la Tierra.
En el espacio, sin embargo, la lenteja de agua no es una molestia sino más bien un cultivo rico en proteínas y una fuente potencial de enormes cantidades de oxígeno.
Junto con Brassica rapa, un pariente de rápido crecimiento del repollo y el brócoli, estos podrían proporcionar sistemas de nutrición y soporte vital para una futura colonia espacial.
La señora Escobar añade que Space Lab Technologies planea crear los «recursos que la gente necesita para vivir y trabajar en el espacio de forma sostenible, de modo que puedan explorar más y permanecer más tiempo».
La lenteja de agua (en la foto) no tiene tallos ni raíces, se espera que esto la haga excepcionalmente resistente a las condiciones espaciales de baja gravedad.
Esta no es la primera vez que se cultivan plantas en el espacio, pero es el primer intento de la NASA de cultivar plantas en la superficie lunar.
A lo largo de los años, numerosos experimentos a bordo de la Estación Espacial Internacional han cultivado de todo, desde rábanos hasta girasoles en microgravedad.
En 2022, un estudio financiado por la NASA logró cultivar plantas en muestras de material de la superficie lunar, también conocido como regolito.
Si bien las plantas no eran tan resistentes como las que crecían en el suelo de la Tierra, pudieron brotar y sobrevivir en la mezcla de roca, minerales y vidrio que forma el regolito lunar.
Y, en 2019, la agencia espacial china incluso logró hacer germinar un brote de algodón en el lado oscuro de la luna a bordo de la misión Chang'e 4.
Sin embargo, la planta murió antes de que se pudieran realizar más observaciones cuando la cápsula sufrió una falla en el control térmico.
La NASA ha cultivado con éxito un pariente del berro en el material de la superficie lunar, o regolito, aunque las plantas (en la foto) no eran tan resistentes como las que crecen en el suelo de la Tierra.
Las otras dos misiones que acompañarán al LEAF son la Estación de Monitoreo del Medio Ambiente Lunar (LEMS) y el Analizador Dieléctrico Lunar (LDA).
El LEMS es un conjunto de sismómetros autónomos que vigilarán cuidadosamente los terremotos lunares para comprender mejor la estructura de la luna.
El LDA medirá la capacidad del regolito para propagar un campo eléctrico, que es una propiedad clave en la búsqueda de hielo y otros volátiles.
Si todo va según lo previsto, estos tres experimentos aterrizarán en la superficie lunar junto a cuatro astronautas en un lugar aún no confirmado en algún lugar alrededor del polo sur de la Luna.
Se cree que esta región podría contener agua en depósitos de hielo, lo que sería vital para establecer una presencia a largo plazo en el satélite lunar.
Brassica rapa (en la foto), también conocida como colza, es un pariente de la col de crecimiento extremadamente rápido y podría demostrar si se pueden cultivar cultivos alimentarios en la luna.
Joel Kearns, administrador asociado adjunto de exploración en la Dirección de Misiones Científicas de la NASA, dice: «Estos tres instrumentos científicos serán nuestra primera oportunidad desde Apolo de aprovechar las capacidades únicas de los exploradores humanos para llevar a cabo una ciencia lunar transformadora».
Sin embargo, la NASA sostiene que no hay garantía de que alguno de los experimentos se realice a bordo de Artemis III, ya que las «decisiones manifiestas» se tomarán en una fecha posterior.
La tripulación humana, que será la primera en regresar a la Luna desde 1972, tampoco se ha anunciado aún.
La NASA ha sugerido que al menos uno de los miembros de la tripulación será una mujer y otro una persona de color.
Por otra parte, la NASA ha hecho algunas sugerencias de que un astronauta británico podría poner un pie en la luna como parte de una misión estadounidense antes de 2030.
Melroy añade: 'Artemis marca una nueva y audaz era de exploración, donde la presencia humana amplifica los descubrimientos científicos.
«Con estos instrumentos innovadores estacionados en la superficie de la Luna, nos embarcamos en un viaje transformador».