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La nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum, enfrenta (y alimenta) la inestabilidad política

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Claudia Sheinbaum

México está experimentando un profundo cambio en su panorama político. Las primeras semanas de la administración de la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum Pardo están marcadas por preocupaciones sobre un retroceso democrático, la centralización del poder, una posible crisis constitucional y una violencia desenfrenada.

La legitimidad del 2 de junio resultados electorales no está en duda. La preocupación radica en la excepcional concentración de poder en el cargo presidencial, así como en la inestabilidad que surgirá de esa autoridad desenfrenada. Las expectativas previas de los observadores de una administración moderada se están desvaneciendo lentamente. La incapacidad de abordar las causas profundas de la violencia y el desprecio por los controles y equilibrios institucionales plantea dudas sobre el compromiso del gobierno con los procesos democráticos.

La violencia desenfrenada muestra grietas en la seguridad pública

La violencia sigue siendo rampante en todo México. Sólo en los primeros 13 días de Sheinbaum en el cargo se han registrado más de mil asesinatos. Entre los incidentes más significativos se encuentran el decapitación de Alejandro Arcos Catalán, alcalde de Chilpancingo, y el asesinato reciente de Marcelo Pérez, sacerdote y activista social en Chiapas. Además, personal militar fue acusado de negligencia luego de que seis inmigrantes y una enfermera fueran delicado en el fuego cruzado de un tiroteo entre la Guardia Nacional y vehículos sospechosos del cartel de la droga.

Si bien Sheinbaum ha propuesto una nueva plan de seguridadno difiere significativamente del de su antecesor Andrés Manuel López Obrador. estrategia. El enfoque de Obrador, que fue crear la Guardia Nacional, una fuerza policial a nivel nacional, resultó en el mandato presidencial más violento en la historia moderna de México. Además, el Congreso mexicano aprobó una controvertida reforma que coloca a la Guardia Nacional bajo la dependencia del Ministerio de Defensa. Sheinbaum apoya ambas decisiones y promete fortalecer la Guardia Nacional aún más. Los críticos argumentan que esto sólo militarizará aún más la seguridad pública y no abordará las causas fundamentales de la violencia.

La reforma judicial ha consolidado aún más el poder ejecutivo

Esta falta de respuesta a la violencia desenfrenada no es la única preocupación que tienen los ciudadanos mexicanos con respecto a la administración de Sheinbaum; el nuevo presidente también ha mostrado un flagrante desprecio por los controles y equilibrios. el reciente reforma judicial es el ejemplo más claro. Esta reforma exige una revisión completa del sistema judicial, reemplazando a todos los jueces del país, en todos los niveles, por otros nuevos elegidos por voto popular. Sin embargo, más de la mitad de los designados serán filtrados por Morena, el partido de gobierno, a través de “comités de expertos”.

La reforma también reduce los requisitos para ser juez, que antes implicaban exámenes y una larga carrera técnica. Esto ha generado serias preocupaciones sobre la politización del poder judicial y la posible pérdida de autonomía judicial. Los críticos advierten que esta reforma podría amenazar los principios democráticos fundamentales, incluida la separación de poderes y el cumplimiento del Estado de derecho.

La reforma judicial también tiene el potencial de provocar una crisis constitucional. Numerosos jueces ya han presentado amparos (medidas judiciales) desafiante la constitucionalidad de la reforma. Argumentan, entre otras cosas, que el procedimiento legislativo para aprobar la reforma adoleció de profundos defectos. Sin embargo, el gobierno de Sheinbaum ha ignorado los fallos y redobló su apuesta al proponer una nueva reforma constitucional que proteja cualquier cambio constitucional, incluso retroactivamente, de la supervisión judicial. El principal argumento esgrimido por el presidente y el partido de gobierno es que “unos pocos jueces” no pueden anular “la voluntad del pueblo”. Esta medida ha alarmado a muchos defensores de los derechos humanos y expertos legales. Lo ven como un paso regresivo en la defensa de los derechos humanos y una violación de los compromisos civiles de México.

El futuro de México sigue sin estar claro

A pesar de la incertidumbre política, las operaciones diarias en México no se han visto afectadas en gran medida, en parte debido a la anticipación en torno al contexto político cambiante. Tanto la comunidad empresarial como los observadores políticos están observando de cerca cómo Sheinbaum manejará las tensiones internas dentro de Morena y su coalición, así como los desafíos externos, incluidas posibles políticas disruptivas y negociaciones duras bajo la segunda presidencia de Trump.

Además, los vínculos económicos y políticos globales de México, como la T-MEC acuerdo comercial, sirven como limitaciones externas a la capacidad del gobierno para implementar cambios drásticos. La economía diversificada del país también limita el margen para cambios drásticos de política. Factores externos como el comercio, las obligaciones de deuda y las relaciones internacionales estabilizan la economía de México durante este período de transición política. Si bien es cierto que la dinámica política interna y la violencia presentan serios desafíos, estas influencias externas pueden ayudar a frenar algunas de las reformas más drásticas que amenazan los controles y equilibrios democráticos.

Está claro que México enfrenta importantes desafíos e incertidumbres. Fortalecer las instituciones democráticas, mantener controles y equilibrios y proteger la capacidad del sistema electoral para la alternancia de poder son esenciales para garantizar la estabilidad y defender el estado de derecho. Igualmente importante es la necesidad de respetar los procesos democráticos institucionales, incluso cuando producen resultados que pueden no coincidir con todas las preferencias.

El autor es profesor del departamento de Entorno Social y Político del IPADE Business School. Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor y no representan la posición oficial del IPADE Business School.

[Cheyenne Torres edited this piece.]

Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no reflejan necesariamente la política editorial de Fair Observer.

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